Año tras año nuestro olivar se enfrenta a múltiples plagas y enfermedades.
La erradicación total de las mismas resulta técnica y económicamente inviable. Sin embargo, con una identificación precoz y actuaciones preventivas puntuales, suelen conseguirse buenos resultados.
Es importante que aprendamos a identificar las causas de las distintas enfermedades. El control preventivo y la aplicación de tratamientos selectivos contra plagas nos ayudará a mantener nuestro olivar productivo y saludable…
Las plagas y enfermedades que se dan en mayor medida en nuestra zona son:
Mosca del olivo (Bactrocera oleae)
La mosca suele causar estragos en nuestra zona.
Tras el endurecimiento del hueso de la aceituna, la mosca del olivo suele iniciar la puesta de huevos. Los episodios de lluvias y temperaturas suaves favorecen su propagación, incrementando los daños producidos por esta plaga.
Las temperaturas altas y el ambiente seco del verano impiden el correcto desarrollo de las larvas. Por este motivo el desarrollo de esta plaga ha sido menor durante este año.
A la hora de aplicar tratamientos, hay que tener en cuenta que algunas variedades de olivo son más sensibles al ataque de la mosca. La colocación de trampas resulta eficaz en el control de las primeras generaciones de mosca.
La variedad “marteño” (predominante en nuestra área de producción) suele ser una de las variedades más afectadas.
Polilla del olivo (Prays oleae)
El Prays es una plaga sincronizada a la perfección con el olivo. Se alimenta de hoja, flor y fruto.
La generación carpófaga es la que mayores pérdidas puede producir al agricultor, ya que afecta directamente a las aceitunas, que se caen al suelo antes de poder ser cosechadas.
En nuestra zona, afortunadamente, suele afectar en mayor medida en la fase de floración ya que las altas temperaturas del verano suelen ayudar a combatir el prays.
Además, en la lucha contra esta plaga suele ser muy efectivo los tratamientos preventivos durante la primavera.
Repilo del olivo
El Repilo es probablemente la enfermedad más común, conocida y generalizada del olivar.
El Repilo suele afectar en mayor medida en climas lluviosos o cuando se dan largos periodos de lluvias con temperaturas templadas.
El Repilo reduce considerablemente la capacidad productiva del olivar y se suele manifestar con una pérdida considerable de masa foliar.
Los tratamientos preventivos con cobre antes de las primeras lluvias del otoño y las aplicaciones fúngicas primaverales son tareas esenciales, que se deben de realizar para el control de esta enfermedad.
Algodoncillo del olivo
El algodoncillo, es una plaga que resulta llamativa y puede preocupar a la gente menos experimentada.
Se trata de un insecto hemíptero que se alimenta de las aceitunas. Esta plaga suele ser considerada como secundaria ya que los daños suelen ser de escasa consideración por lo que no suelen realizarse tratamientos de control.
Asfixia radicular del olivo
El exceso de humedad en el suelo no resulta beneficioso para el olivo.
La asfixia radicular puede producir debilitamiento, clorosis, hojas amarillas, caída de aceitunas, defoliación y aparición de hongos en el tronco.
En nuestra zona se suele dar en mayor medida en tierras que almacenan la humedad… Zona camino del monte o proximidades de cauces fluviales.
Con la aplicación de dos tratamientos con fungicidas al año, suele ser suficiente.
Barrenillo del olivo (Phloeotribus Scarabaeoides)
El barrenillo se alimenta excavando galerías en la corteza del olivo cortando el flujo de savia y secando las ramas del olivo.
Se suele dar en mayor medida en las fincas cercanas a los núcleos poblacionales.
Tuberculosis del olivo
La tuberculosis, también conocida como roña, es una enfermedad de origen bacteriano. La bacteria Pseudomonas savastanoi infecta las heridas existentes en el árbol.
Cuando la infección es considerable el debilitamiento del árbol es generalizado, con ramas secas y una reducción importante de la producción.
En nuestra zona solo hemos encontrado incidencia en fincas de olivares picudos.