Olivar: Hábitat de culebras y serpientes

Los olivos pueden ser hogar o refugio de culebras y serpientes en la Península Ibérica, aunque no de forma exclusiva ni constante.

 ¿Por qué los olivos pueden albergar serpientes y culebras?

  • Microclima favorable (cálido y seco): Los olivares almacenan calor durante el día y lo liberan por la noche, creando condiciones térmicas ideales para animales de sangre fría como las culebras . Las serpientes son animales ectotérmicos (dependen del calor externo para regular su temperatura), por lo que estas condiciones son perfectas para ellas.
  • Refugios naturales (Estructura del árbol y su entorno): Las cavidades del tronco y raíces nudosas, así como muros de piedra seca y hojarasca, ofrecen escondites perfectos.
  • Abundancia de presas: El entorno alberga gran número de roedores y lagartijas que forman parte de su dieta natural.
  • Tranquilidad relativa: Muchas fincas de olivos están alejadas de zonas urbanas y tienen poca actividad humana durante ciertos periodos, lo que favorece la presencia de fauna silvestre.

¿Qué especies puedes encontrar en un olivar?

En la Península Ibérica puedes encontrar varias especies que podrían refugiarse o cazar en un olivar, como:

  • Culebra de escalera (Zamenis scalaris)
  • Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus)
  • Culebra viperina (Natrix maura)
  • Víbora hocicuda (Vipera latastei) – menos común, pero posible en ciertas zonas.

¿Y en nuestra provincia? ¿qué especie es más abundante?

La culebra de escalera es la especie más habitual en los olivares de Granada: su presencia, comportamiento trepador y alimentación encajan perfectamente con este entorno agrario.

Es totalmente inofensiva, no venenosa y juega un rol ecológico clave, controlando poblaciones de roedores.

¿Debes preocuparte por el resto de especies?

Generalmente no, ya que:

  • La mayoría son inofensivas para el ser humano (especialmente las culebras).
  • Incluso las víboras son tímidas y solo atacan si se sienten amenazadas.
  • Estas especies son beneficiosas para el ecosistema: controlan plagas y mantienen el equilibrio natural.