Efectos del consumo de AOVE en la activación del nervio vago

Existen indicios de que el consumo de aceite de oliva virgen extra (AOVE) puede influir indirectamente en la activación del nervio vago, aunque no de manera directa ni exclusiva.
Comencemos a desglosarlo…

¿Qué es el nervio vago?
El nervio vago es el principal nervio del sistema nervioso parasimpático. Está implicado en la regulación de funciones autonómicas como la frecuencia cardíaca, la digestión, la inflamación y el estado emocional.
Activarlo puede inducir efectos antiinflamatorios, mejorar el estado de ánimo, y favorecer la salud intestinal.

¿Cómo influye el AOVE?

  1. Compuestos fenólicos y antiinflamación:
    El AOVE es rico en polifenoles (como oleuropeína, tirosol e hidroxitirosol), que tienen efectos antiinflamatorios.
    El nervio vago forma parte del llamado reflejo inflamatorio vagal, un mecanismo que regula la inflamación. Al reducir la inflamación sistémica, el AOVE podría favorecer indirectamente la modulación del nervio vago.
  2. Efectos sobre el eje intestino-cerebro
    El AOVE promueve una microbiota intestinal saludable, lo que se relaciona con una mejor señalización del nervio vago.
    Una microbiota equilibrada puede estimular la producción de metabolitos (como ácidos grasos de cadena corta) que activan el nervio vago y mejoran la comunicación intestino-cerebro.
  3. Mejora del perfil lipídico y función cardiovascular
    El AOVE mejora el perfil lipídico y reduce el estrés oxidativo. Un sistema cardiovascular saludable favorece una mejor regulación autonómica, donde el vago tiene un papel central.

¿Qué dice la ciencia?
No hay estudios directos que digan “el AOVE activa el nervio vago”, pero sí hay:
Estudios que vinculan dietas ricas en AOVE (como la mediterránea) con mayor tono vagal (evaluado por variabilidad de la frecuencia cardíaca, HRV).
Evidencia de que el AOVE mejora biomarcadores asociados con funciones que regula el vago.

En definitiva, podemos afirmar que el AOVE no es un “activador directo” del nervio vago, pero favorece condiciones fisiológicas que lo potencian o regulan positivamente, especialmente a través de:

  1. Reducción de la inflamación
  2. Mejora de la microbiota intestinal
  3. Optimización del sistema cardiovascular