El olivo es una de las especies vegetales que se desarrolla en climas mediterráneos y que es capaz de soportar temperaturas muy extremas, así como grandes periodos de sequía…
Sin embargo, este árbol requiere una serie de cuidados indispensables para su correcto cultivo, como lo es la poda.
¿Por qué se podan los olivos?
El objetivo principal de la poda del olivo es revitalizar sus funciones productivas, retirando las ramas que no sean necesarias o estén secas, de forma que la savia se pueda repartir mejor entre las ramas “sanas”, reduciendo el riesgo de enfermedad del olivo e incrementando la producción de frutos.
¿Cuándo es la poda del olivo?
El momento ideal es justo después de la recolección de aceituna. Este periodo se conoce como “parada vegetativa” del árbol. Dicho periodo no es el mismo en todos los casos:
En los olivos destinados a producción de aceite de oliva, la parada vegetativa se produce entre los meses de febrero a abril. Es muy importante evitar podar cuando haya riesgo de heladas y por este motivo, en zonas de climas fríos, la poda se retrasa a marzo, abril.
Si la aceituna se recolecta como aceituna de mesa, lo habitual es podar el árbol entre noviembre y diciembre. Las heladas también afectan al árbol y por tanto hay que tener en cuenta la climatología de la zona.
¿Cómo afecta la edad del olivo a su poda?
Para la poda es muy importante la edad del árbol:
Poda de un olivo joven: El objetivo de la poda de un olivo joven debe ser el consolidar la estructura del árbol. Es lo que se denomina como “poda de formación”. La clave es no dejar crecer brotes secundarios que puedan perjudicar a los principales en la producción de aceitunas.
A medida que el olivo va creciendo y alcanza su edad adulta, se lleva a cabo la “poda de producción”. El objetivo de este tipo de poda es prolongar al máximo la vida del olivo. Se deben quitar las ramas con más de 3-4 años para incentivar el crecimiento de las más jóvenes y dejarles más cantidad de savia.
Cuando el árbol ya se considera viejo, es necesario eliminar las ramas improductivas con más frecuencia, ya que se multiplican a medida que el olivo va cumpliendo años. En este caso, hablamos de “poda de regeneración”, que se lleva a cabo para aumentar la fertilidad del árbol.
Frecuencia y tipo de poda:
La frecuencia de la poda depende de la edad del olivo y estado de salud del olivo. Sin embargo, no es recomendable que pasen más de dos o tres años sin podar.
El tipo de poda dependerá del tipo de recolección, así como del momento del año en el que se realice. Además, la forma de realizar la poda debe adaptarse a las características del olivo, y no al revés.
En primer lugar, es importante saber qué herramientas son las más adecuadas:
Cuando los olivos son más jóvenes y las ramas tienen un grosor inferior a 5 cm, es más aconsejable utilizar tijeras de poda o serruchos.
Para olivos de más envergadura, se puede recurrir al uso de motosierras, pues permiten realizar cortes más limpios en ramas más gruesas.
Otro aspecto que marca la diferencia es el tipo de corte:
Corte ciego: suele ser el más habitual, y consiste en seccionar la rama por completo, para redirigir la savia hacia la rama contigua. Es decir, este tipo de corte se realiza cuando “sacrificas” una rama.
Corte de arroje: en este caso, el objetivo es sustituir una rama que ya está vieja por otra nueva, para lo que es necesario dejar un pequeño tocón y no cortarla por completo. Esto hace que le siga llegando savia y, gracias a ella, la rama se pueda renovar.
Corte de rebaje: este tipo de corte se realiza para disminuir la altura de una determinada rama, pero no tanto por cuestiones de renovación.
Lo que sí es importante, en todos los casos, es realizar cortes limpios evitando desgarros, pues esto podría afectar a la calidad de las aceitunas y, por tanto, a la calidad del aceite de oliva.
En este video podemos ver las 3 claves de una poda bien realizada:
En definitiva, la poda del olivo constituye un momento clave para mantener la buena salud del árbol y elaborar el aceite de oliva de calidad. La poda del olivo dependerá de las características del suelo, edad del olivo y climatología de la zona.
Para esta y otras labores del olivar, podéis contar con asesoramiento desde Aceites Morales e incluso, si lo necesitáis, os podemos recomendar a empresas profesionales del sector.